El origen del negocio se remonta al 7 de mayo de 1998
Establecimiento familiar. cuyo local se distribuye en tres salones decorados de forma diferente, aunque todos de marcado carácter rústico. La sidrería, con doce metros de barra y 23 mesas, es el ambiente popular
Típicos elementos decorativos de aldea, ladrillos cara vista, piedra natural, mesas de madera, manteles y servilletas de papel ajustan una típica visión
Comienzan con tapeo y parrilla, pero la inclinación del público por la cocina clásica, terminó por definir la oferta.
Después desarrollaron una selección de mercado y de producto, cada día más completa.
La cocina es tradicional asturiana, manifestada en dos sugerencias principales; pescados y mariscos del Cantábrico, preparados en guisos, plancha y al horno. Un carácter popular que va desde típicos platos de cuchara ( fabes, repollo con almejas..) hasta diferentes preparaciones con carne «roxa» Asturiana.
Puntos de cocción, presentación y sabores reflejan el apego a una cocina de siempre. Repollo con almejas, Almejas finas y muy frescas cuyos embriagantes perfumes marinos impregnan la tersa y tierna verdura. Un espacio caldo, ligeramente picante, unifica los sabores.
Caldereta de pescado y marisco. Cocción e intercambio de excepcionales piezas marinas «según rula», en este caso; «xargo», lubina, golondro, andariques, almejas, bugre y gambas. Géneros de primera calidad, puntos de cocción clásicos y calco ligeramente picante recoge esencias.
Bacalao, patatas panaderas, almejas finas y pimientos morrones, lomos brillantes, laminados, crujientes y jugosos. Los callos, picados en trozos, salsa gelatinosa, limpia, sabrosa y algo picante. MUY RICOS !
De postres. Destaca la exquisita Tarta de Queso; fondo de galleta, caramelo exterior, jugosa, fina y cremosa. Limpio paladar y contrastes amargos, dulces y lácticos. Nada empalagosa.